Un trágico accidente enlutece a decenas de familias en la República Dominicana tras el colapso del techo de la discoteca Jet Set

Era una noche muy amena, como acostumbraban ser todos los lunes en la famosa discoteca del Distrito Nacional, Jet Set. Decenas o cientos de personas disfrutaban de una fiesta extraordinaria con el merenguero Rubby Pérez.
Un ambiente lleno de risas, conversaciones interesantes, un trago social y una buena —o regular— amistad. Muchas personas celebraban sus cumpleaños con esa alegría que brota por los poros de los dominicanos.
El mundo es tan complejo que ninguno de los presentes esperaba ni imaginaba que la noche daría un giro inesperado. ¿Quién en su imaginario pensaría que esa noche de goce se convertiría en una pesadilla para muchos y en el fin para otros?
En los videos que circulan en las redes del momento del colapso del techo de la discoteca, se aprecia el dolor, el sufrimiento y la agonía de las personas que estaban dentro del Jet Set, así como los mismos sentimientos en los familiares que sabían que sus seres queridos estaban en el lugar de los hechos.
En ese momento, surgen dudas en las mentes de algunas personas, llevándolas a hacerse preguntas incómodas: ¿por qué el destino les juega una mala pasada? El luto por esta tragedia es grande, ya que se trataba de un establecimiento de diversión con capacidad para más de mil (1,000) personas.
La alegría la ensombrece la tragedia, y una noche en la que la música era protagonista se convierte en una madrugada gris, una noche de oscuridad interminable.